martes, 9 de septiembre de 2008

Entre el mar y las colinas.

Que engañoso es el brío de la vida,
Un deleite de bosques y corrientes,
La añoranza de un beso que olvida
Y nos guía a un bella trampa sin redes.

Estamos encerrados en la imagen del mar,
Vamos volando en una ráfaga sin fin.
Siempre soñando el llegar a otro lugar.
Vana ilusión, siempre arrivo sin ti.

Solo espero que tu voz deje en el cielo
Una estrella con el color de la noche.
Noches de puertos, canciones de ensueño.
Estrella que nunca nos llevará al norte.

Cuando estés lejos y mueras del frío,
No temas, de las colinas baja el viento,
Un viento traido de altamar, nuestro brío.
La vida llora soles y muere sin aliento.

Creo que la tonta brújula está perdida,
Otras direcciones, tu pelo enredado.
La sal en tu piel, luego de la partida,
Será el legado de habernos amado.

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