martes, 28 de octubre de 2008

Tu mano entre mis manos.

Perderme en una playa hundida
En el céfiro esplendente de torpeza.
Es tu cuerpo enredado en la maleza
El cruel intento, la breve lluvia entrometida.

Sube el piñón a donde nadie sube,
A donde nadie querrá anidar
Y es por eso que se pierde en la espesura
El inerte ensayo de llegar,
A un lugar sin horizonte, más allá del mar.

Se mueven las olas sobre la arena blanca
Entre las piedras se funde la quimera,
Como el humo de un cigarro centellean
Tus pasos rotos sobre limpias mantas.

Baja hasta el claustro la llama apagada,
Trastabilla alagada por el viento.
Y sufre, y goza, y vive en desierto selvático
El antojo infrecuente de un recuerdo
Viendo entre tus ojos el caminar lento.

jueves, 23 de octubre de 2008

El mate

Lo extraje de un mail. Otro Yorugua que anda por estas tierras me lo mandó.

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca, pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed, es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara. Blancos, Colorados y del Frente ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos. Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide, se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré,con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde:'Como tomes vos'. Los teclados de Uruguay tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre, con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone el agua a hervir y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'. Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?' Es la modestia de quien ceba el mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.

martes, 21 de octubre de 2008

No sé bien...

No sé que escribir. Escucho voces. Siento amor. Tengo ganas de mear. Levanto la mirada. Pienso en que pensar. Siento desolación. Tengo hambre. Analizo lo que escribo. No tengo inspiración. Me siento un tigre. Estoy triste. Respiro hondo. Escribo. Intento que ella cruce su mirada con la mía, no lo consigo. Veo como se acomoda el cabello. Estoy feliz. Tengo calor. Quiero ser escritor. No sé que escribir. Vuelvo, estuve “trabajando”. Atiendo el teléfono. Sigo mirando el texto. Mi bolígrafo no tiene tinta. Ahora parece mejorar. Analizo como sería tener un hijo. Ambigüedad. Hago un garabato. Siento soltura. Me tiro un pedo, con disimulación. Odio trabajar. Veo jefes, no me gustan. Mi camisa está rota. Me gustaba está camisa. Me da gracia la cara de una persona. Me doy gracia yo mismo. Cuelgo el teléfono. No sé que me han dicho, no sé que respondí. Escribo. Quiero que llegue la noche. Tengo un pasaje en la mochila. Quiero vacaciones. Muerdo un pedazo de plástico. Me toco la barbilla. Las ganas de mear se intensifican. Mi móvil está callado. Ella me espera afuera. Apresuro la escritura. Me meo, ella, trabajar, alcohol por la noche, deudas, el metro, mi país, ella, los amigos, ella, dinero, las vacaciones. Espero. No sé que estoy escribiendo. Saludo a una mujer simpática. Me acuerdo de chistes antiguos. Recuerdo que ayer he visto a una persona querida, la cual tenía tiempo sin ver. Me está esperando afuera. ¿Es más importante que mi escritura? Ehh… En fin. Analizo lo escrito. ¿Qué mierda he escrito? Me voy para afuera.

lunes, 20 de octubre de 2008

Tengo hambre

Lagos que salpican la forma marina de tus ojos aventureros. En la discoteca todo es canto a otra especie, otra forma de acercarnos al animal interno. Es por eso que nos peleamos. La ciudad, bien ganancial, estatua del tiempo, la ciudad me contamina de vida organizada. ¿El animal donde está?

Hay un animal bramando en las raíces,
Arbustos nocturnos cayendo en el fuego,
El matiz errante de recuerdos ruines.

El ruin deseo de la destrucción interna es el motor, el elemento que complementa el oxigeno en la sangre. A veces la paz es el limbo, pero se prefiere el caos, la mezquindad personal. La aspereza de mis errores en tu piel me destruye. Sin embargo, tu mirada consintiendo mi ser, me salva de mi mismo.

Hay un monstruo acechando en la espesura,
Mirada felina, corazón inestable que sangra,
Lividez soñando el olor a cosa pura.

El ciclo que comienza, que termina, que flota, se paraliza. Alma parecida a la nada, te atreves a volar, a respirar el veneno, a cantar una canción que a nadie gustará, a soñar un sueño que no llegará. Siempre agradecido, siempre. Alma mía, alma tuya.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Sweet home

Miro por la ventana. La luz de las calles es tenue, tímida. Se escuchan los pasos lejanos de un transeúnte. Mi hogar está a un océano de distancia, extraño el olor del río que moja las arenas de mi ciudad. Tengo el móvil en la mano, es que acabo de hablar con mi familia. Hablamos de la vida, las acciones, un país, otro país, sentimientos de adolescente, las lágrimas del tiempo, la libertad y también algo sobre el amor. Estoy en calzoncillos y me pica la pierna. Miro al costado y la veo a ella. Duerme en el sillón de una casa que no es nuestra. Sus ojos cerrados me están mirando. La amo. Mis pulmones respiran una fragancia extraña, ranciedad, perfume de mujer, comida cacera, axilas. Mi letra es espantosa, nunca antes he visto nada igual, ja, es original. Que bella es ella. Tengo ganas de volar. Por un momento creí que me gustaba vivir.
Estoy en mi hogar.

martes, 14 de octubre de 2008

Amor extrangero

En la plenitud de la noche se derrocha,
Paraje arrugado, sordidez onírica.
Es el pampero que clama lejano
Y empuja la llama, la brisa de verano.
Puja en contra de la corriente perdida
La sangre enamorada de unos labios rojos

Unos labios rojos dicen que desaparezca,
Que me evapore en la tinta negra.
En ese negro que nada entre anillos
Engendrando ideas que chocan entre sí,
Soplando nubes a la deriva de un rayo.
Un sol femenino cayendo en la penumbra.

¿Por qué serás así? ¿Por qué serás?
Como la niebla de invierno tiritando,
Que golpea los nudillos malgastados en madera,
Encendida, vivas entre las brasas parlantes,
Las paraderas, las montañas, las llanuras espléndidas.
Emigrando a lugares que ya no son los de antes…

miércoles, 8 de octubre de 2008

En las mañanas

Me gusta verte en las mañanas.
Se parece a una aventura infantil
Cuando me miras,
Y te veo blanca, toda despeinada.

Y el dolor que abriga nuestras camas,
Zozobra en nuestros abrazos templados
Que se pierden en llanuras imaginadas.

Es que me gusta tanto verte en las mañanas
Que pierdo mi utopía, mi empeño,
Mi sueño fingido,
Ese eterno deseo de estar en libertad.

Y el placer de sentir la húmeda unión
Danza entre labios y roces de una luna
Que observa mansa la magia, la acción.

Todo el día pienso en verte en las mañanas
Y sentirte mía, enlazada a mis manos
Riéndote de mí,
Viendo como al verte se va mí calma.

Y los ríos desembocan en valles huecos
Esperando la ilusión de un mañana
Fructífero, volar un paisaje añejo.

Como me gusta verte en las mañanas
Sola, mía,
En nuestra cama.

martes, 7 de octubre de 2008

,.,¡Título sin?.,.

Contigo si. Astronauta de oficio. Seremos sos vos yo no estoy, ella es ella. El orto centro de la ortodoxia, es el orto del hortelano de esta existencia. Eso dicen, yo les creo, total. Astronauta de nacimiento.
-¿Qué pasa Walter? Armate uno.
Seréis, serán, que existencia complicada. Leopardo manchado, ojos color ámbar, profundidad de estrellas. Oro eres, plata dejas, caminan las alas del fuego por suelos de agua, mujer de huellas. Mmm… Yo cuando sea grande quiero ser chino. Carretera la termina no, pierde se penumbra la en. Fin de mes, la familia, esos besos, la miseria y el trabajo. Astronauta frustrado. Eres como el movimiento de la fotografía, la mugre en el vestido, la afonía de la canción. Soy del monte sexto de este a oeste, que lo sepan.
Alabado sea Walter.
¿Qué es la distancia?............................................ No, ¿verdad? Estar lejos, sin hilo, sin la risa. ¿Qué es eso? A veces los recuerdos parecen cadáveres. Las alegorías dimiten, todo pierde el sentido, la vida se hace sombras y vapor. Ves ya. ¿ke asés? ¿Todo bien Walter?
Digoquelacosaesalabadacomoenanosénavidadenavneturadobosquedeluna
Ganamos la guerra. Ganaron. Hicieron una bandera. Hicimos. No nos dijeron que había debajo de la tanga. Nos dijeron. Informaron que el barco no se hundiría. Se hundió. Se hundió el barco porque no ganamos la guerra y la bandera nunca se tejió, sin embargo, a tener en cuenta, siempre supimos lo que había ahí debajo. He ahí nuestra victoria.
-Walter, ¿estás ahí Walter?
VH positivo, H2O, IVA, DVD, PP, NASA, NAZI, DIOS. ¡Andá a cagar!
La gente no contesta. Mujer de perfume, pana de pantalón. Arriba, abajo, derecha, izquierda y la rueda. ¿Qué más?
No hay resumen posible, lo siento. Todo es una masa de vectores (hasta física, ¿qué más querés) que mantienen en un débil equilibrio un yo, yoyo, Johnny Walker el psiquiatra. ¿Qué?
-Walter… Walter… ¿Cuándo aprenderás?

viernes, 3 de octubre de 2008

Como nada, como todo.

Como un cúmulo de estrellas olvidadas
Se retuercen trozos de estancias venideras.
Una canción más, que nace de tus ojos
Tristes, alegres, vivos como el fuego en el otoño.

Y las olas vienen y se llevan tus huellas
Como la forma de tus pelos negros
Que se pierden en el dulce río de largas piernas.

Como un amanecer de repente en la noche
Se pierde tu mirada en mi mirada.
Otra pérdida de tiempo, errante en lejanías
Vastas, muertas, volátiles como el aliento de tu risa.

Y el viento sopla lágrimas frías como el vino.
De tu boca nace otro sueño anhelante
Que serpentea errante, entre las rocas del camino

jueves, 2 de octubre de 2008

Algo sobre Dios y el estrés.

Debe ser que tengo estrés. En parte por el trabajo, en parte porque no duermo y cuando quiero dormir conozco a una chica tan hermosa y nueva que ya no puedo, dormir. Me gusta ver como no me miras, y si te miro demasiado echas una pequeña mirada de niña traviesa. Dices que parezco un niño, en realidad lo soy, ¿no te das cuenta? Mucha gente, tantos mundos que chocan de manera subversiva, armoniosa, equilibrada y violentamente entre sí… debe ser la gracia de poder mantener el pensamiento en algo abstracto y absorber una y otra estupidez llena de sabiduría. Gracias Dios, por la hermosa chica que pusiste en mi camino. Insomnio. Es obvio ¿no?
Me desperté y ella me preparó un bocadillo andaluz. A veces me sorprendo a mi mismo, el mundo me sorprende. Y la calle, marquesa y sucia, me sigue hundiendo en el aire mortecino de la ciudad. Es como estar polucionado, adicto a un dolor que sana la herida de estar en soledad. No soporto la estupidez. Me levanté y me llevó a mi casa, en su coche cero kilómetro y me preguntó: ¿Por qué no te compras uno? Mentí, claro. A ella no le importó mi mentira, en el fondo lo sabe. Es tan… mujer.
Llego tarde al trabajo, me miran raro con escarmiento. Que se vayan a cagar. No hay nada más sincero que ser un mentiroso cuando se trabaja en el capitalismo. Y eso que soy sincero, casi siempre. Ahora entiendo tres idiomas, se usar el Microsoft Excel, mantener firme la opinión, ligar con chicas con suma discreción. La vida es extraña, sabrosa y llena de espinas. No paro de pensar que ya no quiero pensar, no llego a nada, siempre naufrago, no sé nada y sé todo, soy un grano de arena en el Atlántico, no soy nada. Soy Dios.
Debe ser el puto estrés.
Gracias Dios, por la hermosa mujer que pusiste en mi camino, otra vez.