lunes, 20 de octubre de 2008

Tengo hambre

Lagos que salpican la forma marina de tus ojos aventureros. En la discoteca todo es canto a otra especie, otra forma de acercarnos al animal interno. Es por eso que nos peleamos. La ciudad, bien ganancial, estatua del tiempo, la ciudad me contamina de vida organizada. ¿El animal donde está?

Hay un animal bramando en las raíces,
Arbustos nocturnos cayendo en el fuego,
El matiz errante de recuerdos ruines.

El ruin deseo de la destrucción interna es el motor, el elemento que complementa el oxigeno en la sangre. A veces la paz es el limbo, pero se prefiere el caos, la mezquindad personal. La aspereza de mis errores en tu piel me destruye. Sin embargo, tu mirada consintiendo mi ser, me salva de mi mismo.

Hay un monstruo acechando en la espesura,
Mirada felina, corazón inestable que sangra,
Lividez soñando el olor a cosa pura.

El ciclo que comienza, que termina, que flota, se paraliza. Alma parecida a la nada, te atreves a volar, a respirar el veneno, a cantar una canción que a nadie gustará, a soñar un sueño que no llegará. Siempre agradecido, siempre. Alma mía, alma tuya.

2 comentarios:

monyquiya dijo...

quise dejarte un comentario y no sabia donde. jaja. no me gustan tus poemas. no son para nada divertidos. mas bien aburren. en cambio tus cuentos..... son otra cosa. de una raza superior. pero bueno no me quedo claro que entendes vos del sapito ladillon e indeciso. despues te mando un mensaje privado por el hotmail para comentarte algo muy feito que me entere. jaja mis chismecitos y yo. sapito me pregunto cuando le dije con quien estaba saliendo: no encontro nada mejor? yo le pregunte lo mismo hace unos días.me gusta lo qu decian los gladiadores: "los que van morir te saludan"

Coriano dijo...

Entiendo como se siente. ¿que te enteraste?