domingo, 13 de diciembre de 2009

39°C

Despertando en medio de tardes de fiebre,
Una secuela onírica es ahora
En medio de una solitaria noche,
De turbios calores y estrellas escondidas
Mi llanto más profundo,
Mi grito más que mudo,
Mi más estreñida insensatez,
El simple dolor de no estar contigo.

Serán los portazos o la fiebre,
Serán los retorcijones de la mente,
¿Quién sabe que será?
¿Quién sabe?
Parece ser que un océano nos separa,
Mis anhelos y tu risa ensoñada,
Tu inmaculado querer y mi idiotez,
Mis sueños que mueren si no te vuelvo a ver…