miércoles, 23 de marzo de 2011

Anhelo otoñal

El rastro de esa lágrima eterna,
el sol en tu risa, la chispa del otoño,
el saludo más triste que nadie supo
ayer en ti, hoy en nada, mañana en nada,
ayer las olas dejaban el rastro,
hoy la arena borra el mañana.

¿Por qué se queman las cabañas?
Sucias están las camas y los relojes,
las certidumbres, los sueños que desfallecen

¿Por qué migra esa ave negra?
El otoño se filtra en las calles grises
haciendo perder tu imagen, en una esquina.

Te llevaste la primavera en mi partida.
Amor de Barcos y vientos fríos,
hoy soy solo materia, mañana nada,
Llora sin consuelo ese antiguo sueño errante
y me odia y te ama, no quiere,
Sube al cielo y cae tan triste, en la lluvia del otoño.

jueves, 10 de marzo de 2011

lágrimas negras

El ambiente era cálido y muy claro. Venías a verme. Las imágenes eran lentas y a pinceladas. El amor se me desparramaba por los poros. Venías a verme, a salvarme. Un muelle rodeado de pastizales verdes e intensos, el mar calmo reflejando el sol. El faro inamovible, la brisa de verano. Ya estabas acá. Subí la enorme cuesta para llegar a donde te hospedabas. La intensidad de mi sentir, el calor, el reencuentro, tu ansiada sonrisa. Las edificaciones bastante modernas y la dificultad para encontrarte. Entré en la fiesta que se llevaba a cabo. La expectativa casi hace parar mi corazón. Un pasillo angosto y lleno de movimiento. Caras conocidas que desfilan. Detrás de esa muchedumbre veo tu cabellera hermosa. Siento que vuelo. Te veo, sonríes triste y alegre, siento mis extremidades desarmarse. Me abrazas fuerte. Tu rostro melancólico sobre el mío. Un manto blanco nos separa unos segundos, dejando el rastro negro de tu lágrima interminable.

Me desperté lleno de tristeza como lo hago cada día desde que no estoy contigo. No estás conmigo, no venías a verme ni a salvarme. Mis días siguen y tus cabellos ya no están.