martes, 14 de octubre de 2008

Amor extrangero

En la plenitud de la noche se derrocha,
Paraje arrugado, sordidez onírica.
Es el pampero que clama lejano
Y empuja la llama, la brisa de verano.
Puja en contra de la corriente perdida
La sangre enamorada de unos labios rojos

Unos labios rojos dicen que desaparezca,
Que me evapore en la tinta negra.
En ese negro que nada entre anillos
Engendrando ideas que chocan entre sí,
Soplando nubes a la deriva de un rayo.
Un sol femenino cayendo en la penumbra.

¿Por qué serás así? ¿Por qué serás?
Como la niebla de invierno tiritando,
Que golpea los nudillos malgastados en madera,
Encendida, vivas entre las brasas parlantes,
Las paraderas, las montañas, las llanuras espléndidas.
Emigrando a lugares que ya no son los de antes…

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