viernes, 20 de julio de 2012

El hombre de ningún lugar


Porque soy el hombre de ningún lugar,
No arrullo ni hablo de futuros,
No avanzo ni retrocedo.
Espero. Espero.
Y a veces también veo.

Hace siglos que soy el hombre de ningún lugar,
El de las muertes,
El expulsado de mil tierras trémulas.
Inextricablemente invisible.
Solitario como los pájaros del mar.

Nunca le he visto al hombre de ningún lugar,
No existe más allá de unas pocas notas en el viento.
Anhelo errante, hermoso sueño,
Nace cada una de las noches
En la vigilia de su par inquieto.

Está muriendo el hombre de ningún lugar.
Insoportablemente desdichado
Renace en lágrimas amigas del invierno,
Pero cae y seguirá cayendo
En las obsoletas redes del ensueño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Permiso, amigo.

Me gusta.

Esto era inicialmente un comentario extenso y estúpido. No valía la pena. Las dos palabras que dejé lo expresan bien.

Nos vemos.

PD. Pero... ¿nowhere man en el sentido "lennoniano"? Así no es el Coriano que yo conozco.

Nos vemos, che.

Coriano dijo...

Ni idea en que sentido era, salió asi entre llamada y llamada en mi puesto de trabajo, en un call center, vendiendo seguros de fallecimiento... jjejejej, abrazo